Nacionales

“Luna de sangre”, el fenómeno astronómico que salvó a Cristóbal Colón y que se repetirá este viernes: Se podrá ver en Chile

Para apreciarla no es necesario equipos ni protecciones especiales, y lo ideal es buscar un entorno libre de contaminación lumínica.

Durante la madrugada de este viernes se podrá presenciar en nuestro país un eclipse de luna total, fenómeno conocido como “Luna de Sangre”, por el color que adquiere la superficie del astro durante su desarrollo. El evento astronómico, que no ocurría desde 2022, solo será visible desde el hemisferio occidental de la Tierra, durante la noche del 13 y la madrugada del 14 de marzo, dependiendo de la zona geográfica. Aunque, en Chile ocurrirá durante las primeras horas del viernes.

Un eclipse lunar ocurre cuando el Sol, la Tierra y la Luna se alinean de modo que el satélite pasa por dentro de la sombra de la Tierra. En un eclipse de Luna total, el astro pasa completamente por dentro de la parte más oscura de la sombra de la Tierra, llamada umbra. Pero ¿por qué no se ve toda la superficie de color negro durante el eclipse? Porque la atmósfera de la Tierra dobla, filtra y refracta solo los tonos rojos y naranjos del espectro de luz, la que finalmente se proyecta sobre la luna. Este fenómeno físico se llama “Dispersión de Rayleigh”, y también dota a los atardeceres de su característico resplandor anaranjado. La “Luna Roja” y Cristóbal Colón Un hecho anecdótico relacionado a la “Luna de Sangre” involucra nada más y nada menos que a Cristóbal Colón, durante la última noche de febrero del 1504, según recuerda La Nación de Argentina. En ese entonces Colón era Virrey de las Indias y ya había realizado tres viajes exitosos a lo que él aseguraba era el extremo oriental de Asia. En esas tres expediciones navegó casi cuatro años y descubrió lo que hoy es Bahamas, Cuba, República Dominicana, Haití, Puerto Rico, Jamaica y Venezuela. En total, cruzó el Atlántico con treinta barcos y más de dos mil personas. Había abierto y asentado una vía marítima con América que ningún otro navegante había logrado antes. Aunque, con medio siglo de vida sufría de gota y artritis, y el mar le pesaba sobre la espalda como una ballena cansada. Pero quería volver. Para satisfacer sus deseos, organizó una cuarta expedición, sin saber que sería la última y que lo llevaría más cerca de la muerte que nunca. Estaba convencido que toda la enorme masa de tierra que había descubierto, debía tener un pasaje por mar para llegar a las Indias conocidas por Europa. De esta manera, se armó de dos carabelas, dos navíos y 144 tripulantes, entre ellos a su hermano Bartolomé y a su hijo Hernando, que tenía 13 años. En el viaje resistió un huracán, persiguió el supuesto paso al océano Índico hasta llegar a la actual Venezuela sin encontrarlo (principalmente porque este paso no existía, faltaban casi cuatro siglos para el canal de Panamá), y luego de casi dos años se dio por vencido. El gran almirante estaba agotado, había fallado en su objetivo. Decidió encallar sus barcos en la costa de Jamaica antes de naufragar. Colón armó refugios con partes de los barcos, envió un mensajero a isla La Española (actual Santo Domingo y Haití) pidiendo auxilio, y se entendió con los indios para conseguir alimento. Pero los hermanos Porras sublevaron a parte de la tripulación y escaparon hacia el interior de la isla. Desde allí atacaron a los indígenas, violaron a sus mujeres y los pusieron en contra de Colón. Por lo anterior, los indios le cortaron el suministro de alimentos, a lo que se sumó que el mensajero que había partido nunca volvió. Colón estaba sin barcos, con lo que quedaba de su tripulación exhausta y los habitantes de la isla queriendo su muerte. Luego de abrir un océano para comunicar dos mundos, parecía que el destino lo iba a dejar morir en una playa perdida. Fue ahí que el navegante jugó su última carta. “Me maravilla que no nos traigáis más comida como solían, sabiendo como les he dicho, que he venido aquí por mandato de Dios”, le dijo Colón al cacique de la tribu frente a su gente, según las memorias de Diego Méndez de Segura. “Pero ya no se tolerará más vuestra impertinente actitud, el enojo de Dios es profundo y esta noche tendrán una señal de su ira final, después de ello el castigo divino caerá sobre la isla”, sentenció el almirante. Era el lunes 29, el último día de febrero de ese 1504 bisiesto. Según el almanaque Regiomontano, esa noche habría un eclipse total de luna. El alemán Johann Müller Regiomontano no se equivocó. Un par de décadas antes había anticipado en las tablas que llevan su nombre que ese día habría un eclipse total de luna, que su cara se cubriría de rojo. Los pronósticos fueron acertados. También acertó Colón a la meteorología, y esa noche no se nubló. O quizás solo tuvo suerte, la suerte que le faltó todo el viaje. Lo cierto es que, al amanecer, los indios aterrados llenaron a la tripulación de comida. Horarios En nuestro país, el evento astronómico podrá apreciarse en los siguientes horarios del viernes 14 de marzo.

00:57 – Inicio del eclipse penumbral

02:09 – Inicio del eclipse parcial.

03:26 – Inicio de la totalidad

04:31 – Fin de la totalidad.

05:47 – Fin del eclipse parcial.

07:00 – Fin del eclipse penumbral.

Cabe recalcar que para observar la “Luna de sangre” no se necesitará de telescopios o binoculares, ya que será visible en todo el territorio continental e insular de Chile. Tampoco se requerirá de ningún equipo de protección especial para la vista, como ocurre en el caso de los eclipses solares. Lo único que se necesita para apreciar en todo su esplendor el fenómeno de “Luna Roja” es encontrarse en un entorno oscuro y con poca contaminación lumínica.

Fuente: Emol.com

Related posts

Zona Franca aborda filtración de imágenes de la princesa Leonor en Punta Arenas: “Su presencia no fue anunciada ni divulgada”

xsiempreradio

Por más de $900 millones: Detalles de la compra de la casa de Allende que pertenece a Maya Fernández

xsiempreradio

Programa de cuidados abrió su postulación para beneficiar a cien niños y niñas de Natales

xsiempreradio

Deja un comentario